Ya no estás en mi hombro, ni en el teclado de mi ordenador. Ya no estás en el respaldo del sofá, mirando el sol, junto a la perra, que tanto te cuidaba. Ya no me pías cuando me ves, para venirte conmigo. Ya no estás para mirarme mientras hago la comida, o la cena, y esperar pacientemente a que te diera algo mientras cocino. Ya nunca más dormiremos juntas la siesta en el sofá, ni podré verte junto a mí, en el cojín, dormida, sostenida en una sola patita. Siempre estabas conmigo hiciera lo que hiciera, en mi cuello, en mi hombro, en mi brazo o en mi pelo, que te encantaba meterte dentro de mi moño.
Hoy he limpiado tu jaula, había restos de pan, que tanto te gustaba. Estoy rota de dolor, no puedo vivir sin ti. Te necesito, te quiero....